Quédate y escápate en Nemocón
Disfruta de dos días en un pueblo mágico a tan solo 65 kilometros de Bogotá, en los que conoceremos su gastronomía, sus montañas, la famosa Mina de Sal y el pintoresco y asombroso desierto de Checua, así que escápate en Nemocón.
Iniciaremos el día en el parque central, donde nos trasladaremos 9 kilómetros al norte de Nemocón, allí encontraremos un bello paisaje y una historia asombrosa sobre este mágico lugar, lleno de cárcavas y depósitos arcillosos. Importante saber que la caminata es de 3 horas en un senderismo donde exploraremos el lugar y llegaremos a sus espacios más hermosos
En la tarde haremos Check in en un mega hotel en la montaña
Alojamiento en Savieza Experience
Nos recibirán con una bebida caliente y un almuerzo muy especial; allí podremos ingresar a sus zonas húmedas: Sauna y Jacuzzi para relajar el cuerpo después de la jornada de la mañana. Descansaremos en esta posada campestre y allí tomaremos el almuerzo y la cena
El alojamiento puede ser doble o múltiple según tus necesidades y el valor del plan no cambiará
Mina de Sal de Nemocón
Al día siguiente, desayunaremos en el hotel, respiraremos la montaña y haremos un senderismo ecológico en ella, la finca cuenta con granja, espacios amplios rodeados de naturaleza para tu disfrute.
Posteriormente tomaremos un refrigerio e iremos a la mina de Sal de Nemocón donde visitaremos el museo de historia natural de la sabana, las famosas cámaras alumbradas y toda la magia de la mina.
Para finalizar tomaremos un delicioso almuerzo en el Casco urbano de Nemocón en uno de sus más lindos restaurantes.
5 razones para quedarse en Nemocón y vivir un plan diferente
A tan solo una hora y media de Bogotá, Nemocón es uno de esos destinos que sorprenden por todo lo que ofrece. Su mezcla de historia, naturaleza y tranquilidad lo convierten en el lugar ideal para una escapada de fin de semana o incluso para quedarse unos días y desconectarse por completo. Si estás buscando algo distinto a los sitios de siempre, aquí tienes cinco razones poderosas para decir: Quédate y escápate en Nemocón.
1. La mina de sal: historia, mística y profundidad
Una de las joyas más conocidas del municipio es su imponente mina de sal, un lugar que no solo impacta por su arquitectura subterránea, sino por la energía que se siente al recorrer sus pasillos tallados en roca viva. Este sitio permite adentrarse en la historia minera del país, apreciar esculturas hechas en sal y descubrir cámaras enormes iluminadas con luces que generan un ambiente surreal.
Hacer un tour en Nemocón no estaría completo sin esta parada obligatoria. La mina de sal ha sido escenario de películas, eventos y ceremonias gracias a su belleza única. Pero lo más impresionante es que no solo se recorre como turista: se vive como un viaje sensorial, donde la temperatura, el silencio y los aromas minerales te transportan a otro plano.
Si estás buscando una razón para cambiar de aire sin alejarte demasiado, escápate en Nemocón y descubre la experiencia que solo esta mina ofrece.
2. El desierto de Checua: un paisaje inesperado a pocos minutos
A pocos kilómetros del centro del pueblo se encuentra uno de los escenarios más impactantes del altiplano cundiboyacense: el desierto de Checua. Aunque no es tan famoso como otros desiertos del país, este espacio natural te deja sin palabras. Sus formaciones de tierra seca, colores ocres y laberintos de roca lo convierten en un lugar perfecto para hacer trekking, sesiones de fotos o simplemente contemplar el silencio.
Hacer un tour en Nemocón que incluya el desierto de Checua es apostar por un plan diferente, lejos de las multitudes. Muchos visitantes quedan sorprendidos al descubrir un paisaje casi marciano tan cerca de Bogotá. El contraste entre la mina de sal subterránea y la inmensidad abierta del desierto es uno de los mayores atractivos de quedarse en la zona.
¿La mejor forma de descubrirlo? Escápate en Nemocón, alójate al menos una noche, y visita el desierto al amanecer o al atardecer. La luz transforma el paisaje y te regala una experiencia completamente única.
3. Un pueblo tranquilo con encanto colonial
Aunque muchos vienen por el día, quienes deciden quedarse descubren que el verdadero encanto de Nemocón aparece cuando cae el sol. Las calles empedradas, las casas de tejados rojos, el parque central y la iglesia cobran vida con una calma que no se encuentra en ciudades grandes. Caminar por la noche, cenar en una terraza o despertar con el canto de los pájaros es parte del encanto de escápate en Nemocón.
Más allá de la mina de sal y el desierto de Checua, el ambiente del pueblo es parte esencial del plan. No hay que correr, ni hacer filas, ni esperar multitudes. Solo dejarse llevar por el ritmo lento del lugar. Esa calma hace que muchos terminen prolongando su estadía sin pensarlo.
Si quieres dejar de vivir el fin de semana con prisa, Quédate y escápate en Nemocón. Te vas a sorprender con lo bien que se siente no hacer nada… y disfrutarlo.
4. Rutas para caminar, respirar y reconectar
Quienes buscan contacto con la naturaleza, aire puro y movimiento sin extremos, en Nemocón encuentran senderos ecológicos perfectos. Desde caminatas suaves hasta rutas más extensas, el entorno ofrece colinas, caminos de piedra, puentes de madera y miradores naturales que no requieren condición física de atleta, pero sí curiosidad por explorar.
Varios tour en Nemocón incluyen caminatas hacia el desierto de Checua, miradores panorámicos y paradas en zonas rurales donde se puede ver la vida campesina en su estado más auténtico. El contraste de paisajes entre el verde de las montañas y el marrón seco del desierto amplía la experiencia y te hace sentir que estás recorriendo muchos lugares distintos sin alejarte del pueblo.
Escápate en Nemocón con ropa cómoda, buenos zapatos y disposición para caminar. Lo que encuentres en el camino superará cualquier expectativa.
5. Alojamiento rural, experiencias locales y descanso real
Muchos alojamientos en Nemocón son casas de campo, glampings, cabañas o posadas familiares donde el trato cercano marca la diferencia. Aquí no hay cadenas hoteleras impersonales. Quedarse significa desayunar con arepas hechas al momento, dormir rodeado de silencio, y despertar con una vista abierta a las montañas.
Quienes optan por quedarse una noche o más suelen incluir dos planes en su itinerario: la visita a la mina de sal el primer día y un recorrido por el desierto de Checua al siguiente. Esto permite vivir lo mejor del municipio sin prisas, disfrutando de los detalles que muchas veces se pierden en un solo día.
El entorno invita a leer, meditar, conversar sin celulares y desconectar de verdad. Es la pausa que muchos necesitan sin saberlo. Por eso, escápate en Nemocón no solo es una invitación turística: es casi una receta para el bienestar.
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