La Ruta Mutis y Ciudad Perdida de Falan Tolima es un plan que te permitirá vivir dos días de expedición para explorar el departamento del Tolima y conocer así su riqueza cultural y natural.
A través de la Ruta Mutis descubrirás porque los municipios que componen la ruta fueron sede de la importante Expedición Botánica.
En todo momento estarás acompañado por nuestros guías y contarás con un grato recibimiento por parte de nuestros anfitriones locales para dar inicio al mágico recorrido.
Ruta Mutis y Ciudad Perdida de Falan Tolima: Expedición Botánica
La expedición Botánica fue el suceso investigativo más importante del siglo XVIII y principios del XIX en Colombia, a cargo del Botánico español José Celestino Mutis.
Tienes la oportunidad de recorrer los parajes históricos e impresionantes de la ruta. Te invitamos a conocer a través de este Tour la ciudad perdida de Falan Tolima y la sede de la Ruta Mutis.
La magia y la historia que guarda este departamento con su cordillera Oriental y el valle del Rio Magdalena, nos da una idea del por qué este lugar sería la sede de esta gran expedición.
Dos días de expedición que aprovecharás al máximo
Esta es una de las expediciones que no se olvidan y que se quieren repetir en la vida, es una de las más solicitadas por nuestros clientes, y se debe a que en dos días conocer, disfrutas, vives y experimentas lugares maravillosos:
- Conocerás las ruinas de una Ciudad Perdida, el Río Magdalena.
- Podrás bañarte Cascadas y posos naturales.
- Recorrerás los municipios de Ambalema, Mariquita y Falan.
- Visitarás municipios que hicieron parte de esta ruta, como Ambalema un de los principales productores de tabaco en la región.
- También conocerás el municipio Mariquita con sus bosques secos.
- Y mucho más.
Es una expedición que también te dará acceso a la Ciudad Perdida de Falan, un atractivo cultural y natural gracias a las ruinas de una antigua explotación minera del siglo XVIII.
¿Qué incluye este maravilloso plan?
Incluye dos días de expedición a través de extraordinarios senderos que te llevarán a conocer importantes municipios del Departamento de Tolima.
Podrás disfrutar de extraordinarios senderos naturales y hermosas cascadas listas para que disfrutes de sus refrescantes aguas.
También te transportarás al pasado mientras visitas las imponentes construcciones en piedra y sus túneles cargados de misterios que serán interpretados por sus guías locales.
¿Es un plan para hacerlo en solitario o en pareja?
La Ruta Mutis es un recorrido que puedes hacer con tu pareja, o con algún compañero o compañera para disfrutar los paisajes.
La Ciudad Perdida de Falan también se presta para cualquier de las dos opciones, te ofrece una mezcla de cultura, historia y naturaleza. El grupo mínimo para la expedición es de 12 personas, sin embargo, nosotros nos encargamos de organizar este aspecto.
También es un plan para grupos
Los dos días de expedición por la Ruta Mutis y Ciudad Perdida de Falan Tolima es un plan que también puedes disfrutar en grupo.
Organízate y asegúrate de aprovechar la oportunidad de descubrir lugares maravillosos en una sola expedición.
Haz tu reserva hoy
Estaremos encantados de recibirte, vengas solo, en pareja o con un grupo.
Puedes hacer tu reserva ya, y si tienes dudas ponte en contacto a través del WhatsApp.
5 razones para hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida
Colombia guarda secretos que no se descubren en una guía turística ni en un post de Instagram. Hay rutas que conectan historia, naturaleza, misticismo y transformación personal. Dos de esas rutas, poderosas por sí solas, se unen en una experiencia que cambia la forma de ver el país y de verte a ti mismo: la Ruta Mutis y Ciudad Perdida. Desde los pasos del sabio José Celestino Mutis hasta los caminos milenarios de los tayronas, este viaje es una combinación única de ciencia, espiritualidad, arqueología y conexión profunda con lo ancestral y lo natural. A continuación, te comparto cinco razones para hacer esta travesía que pocos conocen pero que todos deberían vivir al menos una vez.
1. Revives la historia científica y espiritual de Colombia
Hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es recorrer dos ejes clave en la historia del conocimiento y la espiritualidad del país. Por un lado, sigues las huellas de José Celestino Mutis, líder de la Real Expedición Botánica del siglo XVIII, quien documentó la flora y la fauna del virreinato con una minuciosidad que hoy sigue sorprendiendo. Este trayecto recorre poblaciones como Guaduas, Honda, Mariquita y Bogotá, donde la botánica, la medicina natural y la historia se mezclan.
Por otro lado, llegas a la Sierra Nevada de Santa Marta, donde se esconde la Ciudad Perdida: un asentamiento ancestral construido por los tayronas hace más de mil años. Este lugar no solo es patrimonio arqueológico, sino un territorio sagrado para los pueblos indígenas actuales. La conexión entre ambas rutas no es casual: ambas fueron recorridas por buscadores de sentido, por científicos, por exploradores. Caminar por la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es continuar ese legado.
2. Combinas ciencia, naturaleza y aventura en una sola experiencia
La mayoría de viajes se enfocan solo en una dimensión: o turismo cultural, o caminatas ecológicas, o conexión espiritual. Lo poderoso de la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es que integra todo eso en una sola vivencia. Durante el recorrido por los caminos de Mutis, visitas museos de historia natural, antiguas casas coloniales, bibliotecas botánicas y centros de interpretación. Aprendes sobre las plantas medicinales, la cosmovisión científica del siglo XVIII y el cruce entre saberes europeos e indígenas.
Y luego, en la Ciudad Perdida, la naturaleza te abraza por completo. Ríos, selvas húmedas, aves, insectos, árboles milenarios, caminos de piedra, puentes colgantes. Es un trekking exigente, sí, pero profundamente revelador. Cada paso conecta con algo más grande: con la memoria del territorio, con tu cuerpo en movimiento, con la fuerza de lo ancestral. La Ruta Mutis y Ciudad Perdida no se recorre solo con los pies, sino con todos los sentidos despiertos.
3. Es un proceso de transformación personal
Hay viajes que te entretienen y otros que te transforman. Este pertenece al segundo grupo. La Ruta Mutis y Ciudad Perdida no es solo un tour o una caminata, es un proceso interior. El ritmo lento del recorrido, el silencio de la selva, los relatos de los guías locales, las enseñanzas de los mamos (autoridades espirituales indígenas), y el cansancio físico, todo se une para provocar una experiencia de introspección.
Muchas personas llegan a la Ciudad Perdida con preguntas existenciales, bloqueos emocionales o simplemente en búsqueda de algo que no pueden nombrar. Y la montaña, como suele pasar, responde. Este viaje puede convertirse en un antes y un después. La historia de Mutis, con su obsesión por la sabiduría, y la de los tayronas, con su respeto por la Tierra y el orden espiritual, son espejos para quien quiera mirar hacia adentro.
4. Apoyas el turismo consciente y las economías locales
Otro motivo para hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es que contribuyes directamente a comunidades que protegen la historia, la naturaleza y la cultura de estos territorios. Los guías que acompañan los recorridos suelen ser locales, muchos de ellos descendientes de pueblos indígenas o campesinos que han vivido generaciones en estas regiones. Al pagar un tour responsable, estás ayudando a preservar caminos, financiar educación, mantener vivo el relato histórico y proteger la biodiversidad.
En la zona de la Ciudad Perdida, el acceso es regulado precisamente para que el impacto sea sostenible. El dinero que inviertes no solo paga tu experiencia, sino que cuida el territorio. En la zona de influencia de la Ruta Mutis y Ciudad Perdida, también hay pequeños alojamientos rurales, mercados artesanales, cocinas tradicionales y cooperativas de turismo que te permiten tener una experiencia auténtica y ética.
5. Conectas con el origen de una Colombia más profunda
Este recorrido no es turístico en el sentido comercial. No hay fotos con letreros de colores, ni espectáculos organizados para turistas. Lo que encuentras al hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es otra Colombia: la de los caminos de piedra olvidados, la de las plantas con poder curativo, la de los pueblos que han resistido en silencio, la de los saberes que no salen en las noticias. Es una Colombia profunda, silenciosa, poderosa.
Caminar esta ruta es un acto de reconciliación con el territorio y contigo. Es decirle sí al aprendizaje vivo, al cuerpo en movimiento, al conocimiento con raíces. Es mirar la historia no desde los libros sino desde los senderos. Y es, sobre todo, abrirse a la posibilidad de que cada paso tenga un sentido más allá del turismo. La Ruta Mutis y Ciudad Perdida es, en muchos sentidos, una iniciación.
¿Qué puedo esperar del clima y el terreno?
La Ruta Mutis y Ciudad Perdida atraviesa diferentes pisos térmicos. En la parte de la ruta de Mutis, pasarás por climas templados y cálidos, con bastante humedad, sobre todo en municipios como Honda o Mariquita. Se recomienda ropa fresca, impermeable ligero y calzado cómodo para caminatas urbanas y rurales. En la Ciudad Perdida, el clima es selvático: caluroso, húmedo y con lluvias frecuentes. El terreno es irregular, con subidas, descensos, piedras, barro y pasos de río.
La caminata hacia Ciudad Perdida requiere buena condición física y disposición al esfuerzo. No es peligrosa si vas preparado, con guías certificados, y tomando los descansos necesarios. Lo recomendable es entrenarse un par de semanas antes. En ambos trayectos, el clima puede cambiar rápidamente, así que estar prevenido hace la diferencia. Lo importante es que el clima y el terreno no sean un obstáculo, sino parte del aprendizaje. Forma parte del proceso de transformación que ofrece la Ruta Mutis y Ciudad Perdida.
¿Cuánto tiempo se necesita para hacer toda la experiencia?
La duración puede variar según cómo decidas recorrer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida. El tramo de Mutis puede hacerse en 2 a 4 días, dependiendo de cuántos municipios quieras visitar y si prefieres hacerlo con transporte o caminando algunos tramos. Hay rutas organizadas con paradas estratégicas para visitar museos, centros históricos, y jardines botánicos. En este segmento, el énfasis está en la historia, la botánica y el patrimonio.
La travesía hacia Ciudad Perdida toma entre 4 y 6 días, dependiendo del ritmo del grupo. Se caminan entre 8 y 15 kilómetros diarios, y se duerme en campamentos establecidos. Lo ideal es disponer de al menos 10 días para vivir todo el recorrido de forma integrada y sin prisa. Este tiempo te permite asimilar lo que vas viendo, escuchando y sintiendo, sin caer en la ansiedad del turismo rápido. La Ruta Mutis y Ciudad Perdida no se mide en kilómetros, sino en profundidad.
¿Es seguro hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida?
Sí, siempre que lo hagas con operadores autorizados y guías profesionales. Tanto el recorrido de Mutis como el de Ciudad Perdida están habilitados para el turismo y cuentan con infraestructura básica, puntos de apoyo y comunicación. En el caso de Ciudad Perdida, hay presencia del ejército en algunos puntos del trayecto como medida preventiva, y se exige el acompañamiento de agencias autorizadas.
En los pueblos de la ruta de Mutis, la seguridad depende de la prudencia del viajero, como en cualquier zona rural del país. Evita caminar de noche, lleva copias de tus documentos y mantén informada a tu familia. Pero en general, hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida es seguro y bien recibido por las comunidades, quienes valoran a los viajeros conscientes que respetan su cultura, sus costumbres y su territorio.
¿Qué debo llevar para el recorrido?
Para la Ruta Mutis y Ciudad Perdida, necesitas ropa cómoda, impermeable, zapatos de trekking, repelente, protector solar, linterna, gorra, botella de agua reutilizable y un botiquín básico. En Ciudad Perdida, llevar bastones de apoyo puede ayudarte en las subidas y bajadas. No es recomendable llevar maletas pesadas; lo mejor es una mochila mediana con lo indispensable. Y, sobre todo, lleva disposición a escuchar, a caminar en silencio y a dejarte sorprender.
Hacer la Ruta Mutis y Ciudad Perdida no es solo un viaje, es una forma de habitar la historia, tocar lo sagrado y recordarte que el conocimiento no está solo en los libros, sino en los caminos, en los cuerpos que caminan y en la tierra que nos sostiene.
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