Un viaje lleno de emociones a solo una hora y media de Bogotá, desierto de checua
Descubre la magia del desierto de Nemocón:
- Pueblo de sal y cultura: Recorre sus calles adoquinadas, admira su arquitectura colonial, disfruta de su rica gastronomía y conoce sus tradiciones ancestrales.
- Museo de la Sal: Sumérgete en la historia de la extracción de sal en Nemocón y aprende sobre la importancia de este mineral para la región.
- Parque Jaime Garzón: Relájate en este parque natural, disfruta de sus jardines y observa la Laguna de Nemocón.
- Plaza Principal: Admira la arquitectura colonial de la plaza principal de Nemocón y disfruta del ambiente local.
- Iglesia de San Francisco de Asís: Visita esta hermosa iglesia colonial y descubre su historia y arquitectura.
- Casa de la Cultura: Participa en talleres, eventos culturales y exposiciones en la Casa de la Cultura de Nemocón.
Explora el Desierto de Checua:
- Senderismo en el desierto: Emprende una caminata de 7 kilómetros por este ecosistema único y descubre sus formaciones rocosas, flora y fauna.
- Mirador del desierto: Contempla las impresionantes vistas del desierto y la sabana de Bogotá, desierto cerca a Bogotá.
- Cuevas del desierto: Adéntrate en las misteriosas cuevas del desierto y descubre sus secretos.
- Formaciones rocosas: Observa las caprichosas formaciones rocosas del desierto, esculpidas por el viento y el tiempo.
- Flora y fauna: Descubre la diversidad de plantas y animales que habitan en el desierto. de checua
- Actividades opcionales: Puedes realizar actividades adicionales como cabalgatas, ciclismo o tiro al arco.
Adéntrate en la Mina de Sal de Nemocón:
- Recorrido por la mina: Explora los túneles, cámaras y esculturas de sal de esta mina con más de 500 años de historia.
- Catedral de Sal: Contempla esta impresionante catedral construida en la sal, un lugar único en el mundo.
- Lago subterráneo: Navega por el lago subterráneo de la mina y disfruta de un espectáculo de luces y música.
- Museo de Historia de la Sabana: Aprende sobre la historia de la región en el Museo de Historia de la Sabana.
- Salmuera: Observa los diferentes colores de la salmuera en la mina y conoce sus propiedades curativas.
- Esculturas de sal: Admira las esculturas de sal creadas por artistas locales.
Un tour para todos:
- Parejas: Disfruten de una escapada romántica rodeados de naturaleza, cultura e historia.
- Familias: Una aventura perfecta para compartir con los niños y crear recuerdos inolvidables.
- Aventureros: Exploren los senderos del desierto, desafíen sus límites y descubran la adrenalina del senderismo.
- Amantes de la cultura: Conozcan la historia de Nemocón, sus tradiciones, rica gastronomía y su desierto de la tatacoita.
Reserva tu tour hoy mismo y vive una experiencia inolvidableen la tatacoita
Acompáñanos a conocer este maravilloso pueblo en una jornada muy completa caminando uno de los desiertos más hermosos de la región el desierto de Checua, donde, dirigidos por guías locales aprenderemos sobre el lugar, sobre su historia Natural, y la pasaremos fenomenal, ten presente que el senderismo dura unas 3 horas aproximadamente, continua disfrutando de la Mina de Sal de Nemocón.
¿Por qué hacer un tour en Nemocón: Mina de Sal y Desierto de Checua?
A menos de dos horas de Bogotá, el municipio de Nemocón guarda una combinación poco común de contrastes naturales e históricos.
Por un lado, una mina subterránea que cuenta una historia milenaria tallada en sal. Por el otro, un paisaje semidesértico, árido y lleno de formaciones geológicas sorprendentes.
Hacer un tour que incluya tanto la Mina de Sal Nemocón como el desierto de Checua no solo es un plan fuera de lo convencional: es una experiencia educativa, visual y sensorial que vale cada minuto del recorrido.
A continuación, te damos cinco razones para que agendes este tour completo y descubras por qué estos dos lugares se han convertido en una de las combinaciones favoritas para los viajeros que quieren algo distinto sin alejarse demasiado de la capital.
1. Una mina subterránea que es un museo vivo de historia natural y cultural
La Mina de Sal Nemocón es un recorrido por la historia geológica del país, por las técnicas de extracción de sal a lo largo de siglos y por una belleza inesperada que se revela bajo tierra.
Con más de 500 años de historia, esta mina permite caminar por túneles rodeados de cristales de sal, espejos de agua salada y cámaras naturales iluminadas estratégicamente para resaltar su estructura.
El recorrido por la Mina de Sal Nemocón incluye paradas en estaciones temáticas: desde una recreación de cómo vivían los mineros, hasta una capilla subterránea y un homenaje al amor en forma de cristal de sal en forma de corazón. Es una experiencia inmersiva y didáctica, ideal tanto para adultos como para niños.
Al combinar este espacio con el desierto de Checua, el contraste se hace evidente: del mundo subterráneo al mundo seco, del frescor mineral a la calidez del suelo árido. Esa dualidad convierte al tour en una experiencia integral.
2. El desierto de Checua: un paisaje inesperado lleno de formaciones geológicas
Quienes no han estado nunca en el desierto de Checua suelen sorprenderse con su presencia. Aunque no es un desierto en el sentido estricto del clima, su suelo erosionado, su vegetación escasa y sus formas moldeadas por el viento lo hacen parecer un pedazo de otro mundo incrustado en el altiplano cundiboyacense.
Caminar por el desierto de Checua permite apreciar figuras naturales, cañones de tierra rojiza y grietas que parecen sacadas de una película del oeste.
Es un lugar perfecto para fotografía de paisajes, caminatas guiadas o simplemente para dejarse sorprender por la belleza que puede surgir de la tierra seca.
La ruta que conecta este lugar con el desierto de la Tatacoita y el desierto de Nemocón permite armar un circuito completo de exploración semidesértica sin salir del municipio. Esto hace que el plan de un solo día se sienta como una travesía diversa y rica en matices.
3. El desierto de la Tatacoita: una experiencia de exploración en grietas naturales
Muy cerca del anterior, el desierto de la Tatacoita se presenta como otra joya escondida de la región. Lo que lo hace diferente es la profundidad de sus grietas y las pequeñas cavernas formadas naturalmente en su interior. Este lugar se ha vuelto popular entre quienes disfrutan del senderismo con un toque de aventura y exploración.
La caminata en el desierto de la Tatacoita no es plana ni obvia. Hay tramos que requieren trepar, bajar cuidadosamente o seguir el curso de pequeñas depresiones del terreno. Por eso, es ideal para quienes quieren algo más dinámico que un paseo convencional.
Al conectar el desierto de la Tatacoita con la Mina de Sal Nemocón y el desierto de Checua, el plan se convierte en una trilogía de experiencias naturales: bajo tierra, sobre tierra y dentro de la tierra. Cada una con una textura distinta, con una narrativa diferente.
4. El desierto de Nemocón: historia arqueológica y paleontológica
Pocos saben que el desierto de Nemocón fue habitado por comunidades prehispánicas que usaron la zona no solo como paso, sino como sitio ritual y de asentamiento temporal.
Hoy en día, aún se encuentran fragmentos de cerámica, restos fósiles y otras huellas del pasado que lo hacen muy interesante para quienes disfrutan de la historia y la arqueología.
El desierto de Nemocón también ofrece caminatas más suaves que las del desierto de la Tatacoita, pero con igual impacto visual. Las formaciones rocosas, los tonos ocres del suelo y la interacción con guías locales permiten comprender la riqueza cultural del lugar, más allá del paisaje.
Es el lugar perfecto para hacer pausas más reflexivas dentro del tour, observar el horizonte y conectarse con lo que este territorio representó para antiguos habitantes. Junto con el desierto de Checua, completa la experiencia desértica de Nemocón.
5. Un plan fotográfico, educativo y sostenible
Por último, una de las grandes razones para hacer este tour doble es su valor educativo y fotográfico. La Mina de Sal Nemocón ofrece información detallada sobre geología, minería y patrimonio subterráneo. El desierto de Checua y el desierto de la Tatacoita permiten ver cómo la erosión y el paso del tiempo esculpen la tierra, mientras que el desierto de Nemocón conecta ese paisaje con la historia humana.
Además, es un recorrido que promueve el turismo consciente: operado por guías locales, sin necesidad de grandes infraestructuras ni impacto ambiental negativo.
Es una forma de conocer, aprender, caminar y apoyar la economía rural de forma responsable.
Desde los reflejos salinos de la Mina de Sal Nemocón, hasta las grietas misteriosas del desierto de la Tatacoita, pasando por las vistas abiertas del desierto de Checua y la historia profunda del desierto de Nemocón, este tour es una invitación a ver Cundinamarca con otros ojos.
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